Me gusta la posibilidad de explorar nuevos mundos, pequeños mundos dentro de la ciudad, mundos imposibles e inesperados, en grietas, huecos o resaltos, abrir la ventana a la imaginación.
Me gusta hacer barquitos de papel, en esta intervención cada transeúnte tenia la posibilidad de escribir un deseo en su barquito y ponerlo a navejar en un charco de la ciudad